Tiempo de lectura: 5 minutos

¿Qué es más íntimo: tu boca o tu vagina?

En este espacio no se da ninguna “opinión profesional” (si es que algo como eso existe) ni mucho menos se buscará imponer verdades absolutas. Puedes escribir a “Querida Malquerida” con tus dudas sobre cualquier tema al correo hola@malqueridadice.com

“Querida Malquerida, Me encanta chuparla, pero cuando es con un casual siento que no debería, que se supone que está mal. O sea, quiero saber por qué chupársela a alguien que no es mi novio me hace promiscua. Yo no le veo nada de malo pero aun así mis amigas me juzgan por eso”.
Nathaly, 24 años.

A muchas nos gusta chuparla, Nathaly. Disfrutamos hacerlo, no por un tema de satisfacer a la persona con quien estamos, sino porque nos resulta placentero. Quizá no es el placer del orgasmo (no es que tengamos un clítoris en la garganta), pero hay otro tipo de placeres asociados al sexo. No todo se resume en llegar. Yo tampoco entiendo por qué nuestras preferencias sexuales y gustos amatorios tendrían que ser sometidos a un examen. Pero, okay, aunque los prejuicios parecen solo eso, prejuicios, pueden ser muy dañinos y limitantes intentemos desentrañar/intuir lo que hay detrás de éste.

En primer lugar, es un hecho que para la gran mayoría de mujeres es más rico tirar que chuparla. Para muchos (y muchas, lamentablemente), una chica no solo es una puta si se tira a un chico en la primera cita, sino que si se la chupa, es más puta aún. Se trata, supuestamente, de un afán irrefrenable y torcido de satisfacer al otro denigrándote: te agachas, pones su pene en tu boca y él “obtiene un servicio”. Bajo esta concepción de la mamada, la mujer no es más que un accesorio generador de placer. Sin embargo, ¿existe alguna posibilidad de que disfrutes hacerlo?

La gente que vive estos prejuicios es la que piensa que chupar un pene es un regalo (para el propietario del pene) o que es un pequeño sacrificio que hacemos las mujeres. La gente que piensa así no cree que muchas mujeres podemos realmente disfrutar de tomar un pene erecto y hermoso en nuestras manos y darle la mamada de su vida. El que elijamos, el que nos provoque y cuando nos provoque; porque, seamos sinceras, hay pingas que provoca chupar y otras que #nogracias. El punto es que, finalmente, ¿qué es más íntimo: tu boca o tu vagina? Ésa es tu decisión y debería depender enteramente de ti y de lo que tengas ganas en el momento, y olvidarte de lo demás.

La segunda parte del prejuicio podría tener que ver con lo siguiente: las chicas no suelen usar condón a la hora de chupar una pinga, pero sí a la hora de tirar. Por eso, chuparla podría ser más “sucio” y riesgoso que tirar. Si lo ves del otro lado, chupársela a alguien debería ser menos riesgoso que tirar con ese alguien sin condón: no te van a embarazar la garganta. Y más allá de la posibilidad de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual (que es lo realmente importante aquí, #usencondón), la moral y demás cojudeces que te impiden ser y hacer lo que quieres no deberían entrar a tallar acá. El sexo oral es parte del ritual sexual también y no debería excluirse por prejuicios. La conexión sentimental no debería ser requisito si, como parece ser tu caso, simplemente no sientes que lo sea. El problema no está en tu boca traviesa, Nathaly, sino en sus cabezas.condon2

“Querida Malquerida, Me muero de ganas de probar por atrás, pero no me animo porque, más allá del miedo al dolor, me produce mucho asco y miedo a la vez la posibilidad de ensuciarlo todo. ¿Cómo hago para que esa posibilidad se anule?
Mariana, 26 años.

Ay, Mariana, a mí también me encantaría tener un método infalible ante esa situación. Creo que, dejando a un lado el miedo al dolor, el segundo motivo es la preocupación principal por la que muchas mujeres no se atreven a probarlo. De hecho, sí existe una alternativa eficaz para evitar los escenarios escatológicos: el enema. Sí, sé que no suena nada sexy (y no lo es). Es el método que suelen utilizar las actrices porno (ya sabes, por esto de que fluidos de color oscuro en una agresiva escena de sexo anal como que la bajan…. Salvo que tengas algún fetiche peculiar), también he leído que muchas chicas lo usan regularmente. Pero, de todos modos, digamos que requiere cierta -por no decir mucha- planificación y deja poco lugar para la espontaneidad. Además, tengo entendido que su uso recurrente puede traer algunas consecuencias.

Lo más importante de todo es que lo disfrutes y para esto tienes que sentirte lo más cómoda posible. Pensar que podrías mancharlo todo ni es agradable ni te acerca al placer, sobre todo si no tienes la máxima confianza con la persona en cuestión. Nada más certero que confiar en tus movimientos intestinales, recordar lo que comiste durante el día, conocer tu digestión y abrazar todas las posibilidades con valentía. Lo ideal es que se lo adviertas a tu pareja (aunque, créeme, debería saberlo), finalmente todo depende de su nivel de asco y, por supuesto, del tuyo. Y, pues, Mariana, si se manchan, se lavan no más y continúan. El punto es que tienes que saber que es algo que puede pasar. De hecho, pasa. Es normal. No es agradable, pero es parte del combo. Por otro lado, recuerda que el culo es fuente de infecciones también: usar condón es más que recomendable.


Ilustraciones de Estefani Campana

 

Comentarios