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Lucía Pérez era una estudiante de 16 años de Mar de Plata, al sur de Buenos Aires, Argentina. El sábado 8 de octubre, Lucía fue asesinada. Los culpables la drogaron, la violaron por vía vaginal y anal, y la empalaron, es decir, atravesaron sus órganos con un palo, desde su ano hasta cerca de su corazón. En su autopsia, se lee que la causa de muerte fue un “reflejo vagal”, una especie de paro cardiaco similar al que experimentan algunos animales al ser capturados, los cuales mueren de terror. Sin embargo, Lucía no murió por miedo, el empalamiento le causó un dolor tan intenso que su corazón dejó de funcionar. Llegó al centro de salud ya muerta. Sus asesinos la llevaron allí diciendo que había perdido el conocimiento por una sobredosis. La entregaron luego de haberla drogado, violado, empalado, asesinado, lavado y cambiado, y luego huyeron. “Jamás vi una conjunción de hechos tan aberrantes”, expresó la fiscal María Isabel Sánchez a los medios.

Dice su hermano que Lucía dejó la casa como si pensara regresar temprano. Salió en la mañana y no volvieron a tener noticias hasta que una amiga avisó a la familia de que debían acercarse a comisaría. Apenas a una semana del crimen, otras tres mujeres han sido asesinadas en Argentina a manos de sus parejas o ex parejas. En 2015 se cometieron 235 feminicidios, en donde el 95% de los asesinos tenía algún tipo de vínculo con la víctima.

El día que Lucía era asesinada se abría el primero de los tres días del XXXI Encuentro Nacional de Mujeres en la ciudad argentina de Rosario. Dado que 31 protestas no han sido suficientes para poner fin a la violencia machista, este miércoles, 19 de octubre, 50 organizaciones del país, de entre las que destaca el colectivo Ni Una Menos, han convocado a un paro nacional de mujeres, el primero de la historia de Argentina. Entre las 13 y las 14 horas se invita a un paro activo de las actividades, remuneradas o no, seguido de un encuentro en las calles más tarde.

“Si mi vida no vale, produzcan sin mí”, es una de las consignas propuestas en las redes sociales. Sin embargo, no sólo se va a protestar por la violencia hacia las mujeres sino también por la igualdad salarial, la implantación de políticas de educación pendientes o el verdadero goce de las licencias de maternidad. México se une también al paro nacional y a lo largo de Latinoamérica muchos países secundan la protesta, entre ellos Perú. Habrá una vigilia en la Plaza San Martín de Lima desde las 17 horas y un plantón en Paseo Colón a la misma hora, y se invita a los asistentes a vestir de negro, en señal de luto, siguiendo la dinámica de las protestas en Polonia a inicios de este mes.

La herencia de #NiUnaMenos es palpable en estas nuevas movilizaciones. El 13 de agosto se demostró en Perú “la capacidad de convocatoria que tenemos las mujeres”, afirma Eliana Carlin, integrante de la plataforma #LasRespondonas, una de las organizaciones que está apoyando con iniciativas el día de mañana. “La violencia contra la mujer es un fenómeno mundial. Sin embargo, América Latina es una zona crítica y en particular Perú. Tenemos los índices más altos de violencia sexual y las cifras de feminicidio son alarmantes”, indica Carlin.

Fuente: Facebook #NiUnaMenos
Fuente: Facebook #NiUnaMenos

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